4.La inteligencia musical.
La música ha demostrado que el aprendizaje de la infancia de una disciplina artística mejora el aprendizaje de la lectura y lenguas extranjeras.
La educación musical a temprana edad, les rinda el niño grandes beneficios en el aprendizaje, la práctica artística a una edad temprana aporta valiosos elementos que deben estar presentes en la educación, amplían la investigación promueven formas de pensamientos flexibles ya que formula capacidad, para desarrollar esfuerzos continuos indisciplinados a la vez que reafirmar la auto confianza en el niño y la niña.
El arte en cualquiera de sus expresiones, permite una comunicación universal en la que todos de alguna manera en tienden, aprecian y expresan emociones y sentimientos. Es a través de los lenguajes artísticos como se establece sin palabras. El neuropsicólogo Gardner, afirma que la música estructura la forma de pensar y trabajar, ayudando a la persona en aprendizaje de las matemáticas, el lenguaje y las habilidades especiales.
El niño es un ser emotivo y el sonido tiene una poderosa acción sobre la afectividad, de manera que el pedagogo debe utilizar la sensibilidad del niño para una mejor comprensión de la música como medio de expresión y comunicación. La inteligencia auditiva se puede considerar como una síntesis abstracta de las experiencias sensoriales y afectivas, pues trabaja sobre sus elementos los más importantes de estos elementos son: la memoria, la audición interior, la imaginación creadora, el sentido tonal, la audición relativa, la audición absoluta y el nombre de la nota.
El aprender está asociado con la sensación de competencia, grado y felicidad. En este sentido, el aprendizaje y la práctica de la música evidencian logros y genera sentimientos de grado, satisfacción intensidad que se traduce en el mejor es estados de ánimo y mayor autoestima para el niño.